La madre juega a ser gigante
y empieza a parir.
Y le nace
un niño indefenso
como un charco en el desierto.
Y le nace una niña incrédula
como María Magdalena
ante las bestias.
La madre se va haciendo pequeña
y le surge un niño azul,
una niña que no ríe,
otros niños,
muchos más.
La madre desaparece.
Sólo flores le brotan de la boca.

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