Sean amados
míos
corales rojos en la profundidad
sean dientes de león en la ráfaga
semilla digerida por el zorzal
o miel en el rayo luminoso de una obrera amarilla
que la calle es una cuerda que estruja
que la calle es filo nacarado
que la ciudad es agua hirviendo y fuego
y que la mano necesaria se demora
no llega no alcanza a llegar.

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