jueves, 28 de agosto de 2025

Maru Chianalino: EXCURSIÓN

Apenas un mordisco

y empieza el viaje.


Mis dos hermanos y yo escupimos las semillas

hasta pasar la red imaginaria

que cuelga entre dos banquitos de madera.

Nuestras manos chorrean un juguito dulce

nuestras bocas, inmensas

se tiñen de rojo brillante.

A pura carcajada

vencemos el miedo 

a que nos crezca una sandía en la panza.


¿Será que la máquina del tiempo

a veces es una fruta

con gusto a verano de la infancia?



No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Julieta Lopérgolo: nosotros, los que no sabemos llorar

Nos desacostumbramos a los sonidos  del monte, al poco cuerpo de la oscuridad, clavamos nuestros sollozos como espinas en los pliegues de un...