sábado, 6 de diciembre de 2025

Julieta Lopérgolo: nosotros, los que no sabemos llorar

Nos desacostumbramos a los sonidos del monte,

al poco cuerpo de la oscuridad,

clavamos nuestros sollozos como espinas

en los pliegues de un idioma que no conocemos

para marcar un camino,

nosotros,

los que no sabemos llorar.



viernes, 5 de diciembre de 2025

Fidel Maguna: Tres poemas de amor

Todo ha sido un ensayo. (Leo Petrovelli)


Prueba y error. Prueba y error.

Lo único impredecible ha sido

la mordedura del perro y la sangre

a la luz de la luna.

En el escenario frío y vacío,

tuve que improvisar, y recité

dos poemas de amor y uno de guerra

y sólo ahora comprendo que eran

tres poemas de guerra

y tres poemas de amor.

El ensayo ha sido arduo.

Horas y horas. Días y días.

Más todavía no estamos listos

para estrenar. «Siga recitando

y cúrese esa pierna».

Me dijo el director antes de apagar la luna

y yo no supe qué hacer primero, así

que ensangrentado recité

frente a las butacas vacías

y en la más completa oscuridad.



Agustina Lescano: Las sombras

Mandé una invitación

y no tuve respuesta.

El otro no leyó o no quiso.

Me parece ver una sombra

Cuando busco algo dulce y miro

para el costado mientras abro

la heladera, no es la primera vez

que me pasa

los cambios de la luz

se confunden con una especie

de presencia

que interroga,

mis propias preguntas

avanzan por el patio vacío

¿hay algo que se mueve?



martes, 2 de diciembre de 2025

Jonio González: MUDEZ

¿estás preparado

racimo

para el vino?


nube escondida

en la sucesión de noches

diáspora del cuerpo

es la herida


¿temes o deseas

flor

la llovizna?


sentido imaginario

última excusa

temor de encontrar

en el lugar vacío



Mariángel Jara: "ya vuelvo, perdón"

Ahora 

cuando me desvisto 

de madre de hija de mujer 

y acomodo la piel junto a las zapatillas

y todas las responsabilidades

lloro

pero no hay pena

es el regreso a la cuna primera del tiempo desnudo de memoria y razón

es solo un momento

ya vuelvo

perdón.



Julieta Lopérgolo: nosotros, los que no sabemos llorar

Nos desacostumbramos a los sonidos  del monte, al poco cuerpo de la oscuridad, clavamos nuestros sollozos como espinas en los pliegues de un...